31 de julio de 2025
Traducción jurídica y derechos humanos: el rol del traductor en contextos sensibles
En el mundo de la traducción jurídica, existen ocasiones en las que el traductor se convierte en un puente vital entre la justicia y quienes más la necesitan. Esto es especialmente cierto en contextos relacionados con los derechos humanos, donde una palabra mal interpretada puede significar la diferencia entre protección y vulnerabilidad, entre asilo y deportación, entre justicia y violación de garantías fundamentales.
¿Qué implica traducir textos vinculados a derechos humanos?
La traducción de documentos relacionados con derechos humanos puede incluir:
- Solicitudes de asilo o refugio
- Informes de violaciones de derechos fundamentales
- Declaraciones ante organismos como la Corte Interamericana de Derechos Humanos o la ONU
- Informes de ONGs
- Sentencias o exhortos internacionales
- Tratados o instrumentos jurídicos internacionales
Estos textos no solo están cargados de terminología jurídica compleja, sino también de una carga emocional y ética significativa.
El desafío ético del traductor jurídico
El traductor o traductora jurídica que trabaja en este ámbito no es un simple intermediario lingüístico: también cumple un rol ético. Traducir de manera fiel, precisa y con pleno conocimiento del contexto puede tener consecuencias directas en la vida de personas en situación de riesgo o vulnerabilidad.
Ejemplo:
Una traducción imprecisa en una solicitud de refugio puede llevar a que se niegue protección a una persona que huye de persecución, simplemente porque el término usado no refleja correctamente el tipo de amenaza del país de origen.
Recomendaciones para traductores y estudiantes
- Formación continua: estudia no solo derecho comparado, sino también tratados y principios de derechos humanos. Instituciones como la ONU, ACNUR o la CIDH ofrecen materiales útiles.
- Sensibilidad intercultural: comprender la cultura y las condiciones sociales del país de origen del texto es fundamental para una traducción eficaz. Recuerda prestar atención a países con determinados contextos sociales, culturales y religiosos.
- Uso preciso del lenguaje: evita ambigüedades. Revisa las convenciones internacionales (como la Declaración Universal de los Derechos Humanos) para conocer las fórmulas y términos aceptados. Existen entidades que tienen versiones oficiales en distintos idiomas, por lo que la labor traductora se facilita aún más.
- Consulta con expertos: si tienes dudas terminológicas o conceptuales, consulta a abogados, defensores de derechos humanos o traductores especializados.
- Confidencialidad absoluta: muchos de estos textos contienen información sensible. El respeto por la privacidad del contenido es obligatorio.
Conclusión
La traducción jurídica en contextos de derechos humanos es una especialidad que exige no solo dominio técnico, sino también empatía, compromiso y conciencia ética. El traductor se convierte, en cierto modo, en un agente de justicia, que contribuye a que las voces de los más vulnerables sean escuchadas con claridad y respeto.